Cuando uno oye que la Fórmula 1 ha llegado hasta la letra E, y que extiende los rally de carreras en enclaves extremos, es posible que vengan a la mente dos palabras: tecnología y sostenibilidad. Y son concretamente estos dos conceptos los que los estudios de interiorismo Andina y Tapia y Perinat Interiors han proyectado en la nueva sede londinense de Extreme E, el Off-road de la competición de vehículos monoplazas eléctricos.
La nueva sede Extreme E
Transportados a bordo de su buque insignia, el Santa Helena, los coches y equipos son trasladados a recónditos lugares donde la adrenalina y la innovación encuentran su punto álgido. Lo hacen de esta forma para recalcar la idea de temporalidad y el “estamos aquí de paso”; o lo que es lo mismo, para minimizar el impacto humano sobre esos entornos naturales en los que se quiere concienciar en pos de la ecología. Y es precisamente ese enfoque el que queda claramente recogido en la propuesta de interiorismo, como si de un campamento base se tratase. Hablamos de ocupar el espacio en vez de deformarlo.
Unas oficinas de diseño ecológico
Cumpliendo un año de esta pandemia histórica que obligó a muchas empresas a adoptar el teletrabajo como modo de supervivencia, se sueña con un horizonte de optimismo en el que se pueda volver al debate de si es mejor la oficina de planta abierta o el cubículo personal.
Extreme E toma la avanzadilla y se propone agradar a todos, albergando zonas de pradera con amplias mesas, áreas más relajadas que se pueden convertir en sala de fiestas para celebrar la victoria y módulos cerrados que permitan cierta privacidad y ausencia de distracción.
Todo esto se realiza teniendo como eje principal el carácter ecológico de Extreme E, apostando por elementos reciclados o naturales, dando lugar a un ambiente con cierto toque tropical en contraste con el gris del Támesis. De esta manera, son protagonistas las fibras vegetales o cuerdas en objetos decorativos, el corcho en paneles acústicos o la madera en mobiliario. Las tonalidades usadas nos trasladan a los escenarios donde suelen realizarse estas carreras, tales como la selva (verdes y beige), el desierto (mostazas y marrones) o los glaciares (gamas de azules).
Diseñando con niobio
Destacan, además, los módulos metálicos que presiden las estancias y que se asemejan a los contenedores marítimos que tanta relación guardan con el estilo de conquista efímera de Extreme E. Es aquí donde recuperamos la otra esencia que acompaña a la idea de la Fórmula E, la tecnología. Tomando como inspiración los componentes empleados en la creación de los chasis de los coches eléctricos, Andina y Tapia y Perinat Interiors se atreven con una aleación metálica de niobio, de estética similar al hierro, pero bastante más ligero, lo que refuerza la noción de temporalidad.