Al norte de Inglaterra, Iron Reef forma parte de la ruta artística de Norfolk Way dinamizando este enclave salvaje a través de su arquitectura sencilla como experiencia multisensorial. Esta obra, cuya proyección y reflejos evolucionan al ritmo de cada inundación, emerge sobre el arrecife como un anfibio, capaz de vivir sobre la tierra y bajo el agua con las crecidas de las mareas. La instalación despunta entre la flora del entorno y se percibe romántica, como un arpa oxidada de juncos de hierro. El diseño de Maetherea permite caminar sobre el agua y hundirse en ella, como una performance que sucede entre el fluido, la pasarela y el paisaje. Este pequeño muelle ensalza el lugar estableciendo un diálogo silencioso entre la vivencia humana y la fuerza de su medio natural, e invita a sentir el pulso de la naturaleza y a conectar con él. Lejos de ser una intervención estática, su autora la concibe como un recorrido vivo, sensible al clima, a la luz solar y al viento salino. La pátina de óxido cubre de tiempo esta construcción permeable, sobre la que pasear, contemplar y apreciar la única constante vital: el cambio.



















