El estudio polaco Indoor Projekt ha proyectado en Varsovia el ático luminoso Foksal. Lo que antes era una vivienda irregular con techos inclinados y proporciones caprichosas, ahora se ha transformado en un refugio contemporáneo lleno de claridad y de carácter. Un lienzo perfecto para experimentar con la luz, los materiales y los contrastes.
Indoor Projekt toma la escalera eje de la casa
Foksal se organiza alrededor de un punto concreto: una escalera delicada y ligera que evita obstruir la entrada de luz entre las plantas. Fabricada en chapa de acero perforada y posteriormente lacada en blanco, actúa como tamiz y proyecta un juego de sombras móviles sobre el interior. Su ligereza es tanto constructiva como perceptiva, un puente entre niveles que nunca roba protagonismo a la iluminación natural.
Ante la compleja orografía heredada, Indoor Projekt ha empleado superficies reflectantes que amplifican y redistribuyen la claridad. Los espejos aparecen como zonas fragmentadas que acompañan la geometría de la casa potenciándola, incluso en el falso techo del salón. La importancia de este recurso se percibe también en la disposición de ventanas y claraboyas para expandir la luminosidad. Por eso la vivienda cambia a lo largo del día: abierta por la mañana e íntima al caer la tarde.
Contrastes materiales en Foksal: una paleta con identidad
La estrategia del estudio polaco se articula en torno a un juego cromático de claros y de oscuros, con su máxima expresión en la cocina. En ella, la isla negra azabache contrasta con un alicatado blanco inmaculado, estableciendo una contraposición entre gravedad, ligereza, fondo y figura. El metal, la madera en dos tonos y la piedra se combinan en una paleta reconocible y coherente. Y pese a la contundencia de los componentes, la atmósfera que generan es cálida y hogareña.
El mobiliario escogido introduce un despunte cromático: sillas escultóricas, mesas redondeadas y piezas con carácter aportan energía dentro de la serenidad general. Como en un buen escenario, cada objeto cumple un papel dentro de la coreografía espacial; mientras que la distribución interna responde a la necesidad de integrar lo social con lo privado sin perder continuidad. Por un lado, la cocina se conecta directamente con el salón, donde los acabados refuerzan la amplitud. Por otro, dormitorios y baños se inundan de materiales como madera de nogal y textiles suaves, que envuelven en un ambiente más recogido. Se percibe en el baño principal, organizado en dos áreas, donde una ducha de cristal transparente y una bañera escultórica podrían exhibirse en cualquier galería artística.
En una ciudad tan densa como Varsovia, el proyecto de Indoor Projekt profundiza en la calidad por medio de la atención al detalle y la transformación de las limitaciones en una gran oportunidad. El ático resultante evidencia algo más que una rehabilitación práctica, virando el foco hacia una arquitectura capaz de rescatar espacios olvidados para ofrecer una nueva vida bajo la luz.
En este enlace puedes leer más artículos sobre arquitectura en Polonia.
