La experiencia auditiva se convierte en pura armonía dentro de estos agujeros. El estudio Bnag crea estas esculturas de mediana altura como cajas de resonancia. Los artistas Oliver-Selim Boualam y Lukas Marstaller nos invitan a meternos dentro de sus Summloch para experimentar una interacción entre lo hablado y percibido. Un circuito cerrado de vibración sonora que va desde el grito al susurro amplificado, y su transformación acústica dentro de nuestro cuerpo. Cada pieza está hecha en cerámica de pies firmes y mente abierta.