En My Two Cars Garage, Porsche y MARC FORNES / THEVERYMANY reinventaron el concepto de garaje con una estructura de aluminio perforado para la Singapore Art Week. Un refugio que se convertía en un pabellón donde la arquitectura, la velocidad y la innovación se fundían en una obra en movimiento.
Un pabellón metálico y vivo para Porsche
La arquitectura no tiene por qué ser estática y silenciosa: también puede vibrar con el mundo en una coreografía de formas en perpetuo movimiento. El trabajo del estudio neoyorquino MARC FORNES / THEVERYMANY es asiduo a esta tipología, pues la mayor parte de sus intervenciones nacen de la fragmentación de una superficie líquida, desafiando los conocimientos sobre materia, volumen y percepción. Basta con mirar el ORB Pavilion, un torbellino metálico suspendido en el campus de Google, o el Louis Vuitton Pavilion, una burbuja efímera que parecía emerger de un universo alternativo.
En cada uno de sus proyectos, el estudio de Fornes parece reconfigurar la lógica del espacio, y rompe con la rigidez geométrica para crear estructuras que parecen ser generadas por un algoritmo poético más que por una mano humana. Para la Singapore Art Week, el equipo se alió con Porsche para concebir My Two Cars Garage, un pabellón que pulveriza la idea convencional de garaje. No había puertas ni techos planos, tampoco un armazón predecible que encerrase el coche en la sombra. Lo que se configuró fue un caparazón ondulante de aluminio, que encapsulaba y mostraba los vehículos de la firma como si fueran esculturas mecánicas en un museo del futuro.
El garaje de Marc Fornes en la Singapore Art Week
Concebido como un espacio de exhibición para dos modelos icónicos de Porsche, el pabellón se componía de 6380 láminas de aluminio perforado —material recurrente en las obras del estudio— que se ensamblaban fluidamente. En lugar de ofrecer un refugio al uso, Fornes plasmó una figura porosa, que atrapaba la luz del entorno y la hacía vibrar sobre la carrocería. Las oquedades respondían a una lógica de aligeramiento y, dependiendo del ángulo y la hora del día, permitía que el volumen se desvaneciese o solidificase ante nuestros ojos.
Desde siempre, Porsche ha sido una marca que ha cultivado una sensibilidad estética, erigiéndose como un referente del diseño; algo que sus coches deportivos manifestaban dentro del contexto de My Two Cars Garage, donde se elevaban a la categoría de escultura. De hecho, la intervención de MARC FORNES / THEVERYMANY nos incitaba a reflexionar en torno a la pregunta de si la arquitectura puede soltar sus grilletes rígidos y fluir como el aire alrededor de una carrocería en plena aceleración. Y el resultado lo dejaba claro al ser una suerte de crisálida metálica que parecía a punto de desplegarse y salir volando.
