La rentrée siempre llega cargada de nuevas esperanzas y, en lo que respecta al diseño, también de novedades; así nos lo muestra la feria Hábitat Valencia año tras año en sus pabellones. Celebrada del 30 se septiembre al 3 de octubre —algo más tarde de lo habitual—, el evento volvió a convertirse en un espacio de conexión y de impulso para la industria del mobiliario español. ¿Cuáles son los rumbos del diseño made in Spain que allí descubrimos? No hace falta que sepa la respuesta, ya se la contamos.
Que Valencia es la capital nacional del diseño, uno lo empieza a comprender al pasear por la feria Hábitat. Principalmente este 2024, ya que los 8 pabellones de su recinto ferial acogieron también la bienal Espacio Cocina SICI y la apuesta Textilhogar; una oportunidad única que nos permitió encontrarnos con la Santa Trinidad del territorio hogar. Y como auténticos flaneurs —con un rumbo bien fijado—, recorrimos los stands de las firmas participantes para hallar nuevas piezas y talentos: desde los más emergentes en la sección de Nude —con Studio Petit Muller o las propuestas de alumnos del IED— hasta las marcas más consolidadas del sector, pasando por tipologías de mobiliario capaces de servir tanto en el mundo doméstico como en el de oficinas y contract.
Aire nuevo en Hábitat Valencia
Engatusados por el ritmo vertiginoso de lo inédito, sin duda .annud supo cómo proyectar ese canto de sirena con sus últimos lanzamientos. Cuatro colecciones que dejaban entrever la creatividad y el buen ojo de Pilar Tárraga y Joan Andrés Zorio, sus fundadores. Hablamos de la reciente actualización de Offo, de Arnau Reyna, que ahora exhibe la relación sentimental entre el círculo y el rectángulo en forma de chaise lounge. Recogiendo el testigo de la modularidad encontramos a Brut, de Flic Studio: presencialidad brutalista que se deshace en un armazón mullido, de contornos fluidos y combinables. Y en extremos opuestos, Minim de Ximo Roca nos acercaba a la silla en su mínima concepción —pura lección de historia y precisión matemática—, mientras Dibloo Studio se aseguraba un recuerdo perdurable con Nigiri, demostrando que los pufs pueden ser apetecibles.
Siguiendo la estela de los asientos de nueva invención, estudi{H}ac capturaba la particularidad confortable de un ovillo de lana transformándolo en Leizu para Capdell: una serie que envuelve artesanalmente en un abrazo ergonómico, al estilo de la icónica butaca Womb de Saarinen. Por su parte, Mario Ruiz nos sorprendió con la ampliación de la familia Nara y Cécile para la marca valenciana, manteniendo la atemporalidad y simetría que las caracteriza; por algo esta última fue galardonada con un Delta de Bronce este 2024.
Patrick Norget sumaba a su estrecha colaboración con Mobboli la bancada Mick: un conjunto de múltiples configuraciones —con o sin respaldo, con o sin mesas auxiliares, etc.—, cuyo aspecto a medida hará de las salas de espera un lugar donde querer quedarse.
Y en términos de gran despliegue, Francesc Rifé nos ilustró con todo un sistema de muebles para Vical. Nace así Nara: sofás, butacas, sillas, bancos, mesas, aparadores y estanterías; una compilación que reivindica la madera como material único y la funcionalidad orgánica como el eje del que surge todo lo que está bien hecho.
Para volver a mirar
Pero no solo de novedades vive Hábitat Valencia; reconforta reencontrarse con aquellas colecciones que en su momento ya se grabaron a fuego en nuestra memoria. Cómo olvidar la línea Vergés Care, de Emiliana Design para Vergés. Nominada en la categoría de Diseño de los II Premios ROOM, encabeza un paradigma en torno a la accesibilidad y la inclusión sin perder un ápice de belleza. Su butaca Bahia es un ejemplo digno de que el buen diseño es aquel que sirve para todos.
También pudimos coincidir de nuevo con la butaca Porta, de Omayra Mayró para Omelette Editions: una construcción sedente en madera maciza que guarda en su abstracción monumental el espíritu riguroso de Le Corbusier. Y con una estética similarmente arquitectónica, el escritorio Kutxa de Treku se levantaba rectilíneo —en madera y metal— como la Casa Farnsworth de Mies van der Rohe.
Igualmente, tuvimos la oportunidad de comprobar cómo hay series que todavía tienen mucho que ofrecer. Fue el caso del completo sistema Nara, de Uecko, que incorpora ahora un tocador y muchas otras opciones para seguir delimitando los espacios con total armonía y un equilibrio muy nipón.
Outdoor para sentirse como en casa
Experimentar la comodidad del hogar fuera de él es una de las máximas que ponen de relieve las firmas de exterior. Ldk lo recogía perfectamente en su amplio catálogo expuesto, desde sus elegantes sillas Nao hasta sus lámparas solares Arkia: un alarde geométrico que exhibe la gute form tan demandada por Dieter Rams. Del toque hinchable y sixties ya se hizo cargo Ogo Furniture. Sobre todo, con su famoso sillón acuático Don Out, que salió a la superficie terrestre encima de una estructura que puede contemplarse incluso al desnudo.
Workplace: un nuevo hábitat
Las oficinas han empezado a concebirse con una visión más abierta y vanguardista, y esa metamorfosis espacial se ha trasladado al modo en que se plantea su mobiliario. El ejemplo más visual lo hallábamos en la construcción del stand de Ofitres, donde emplearon su gran novedad: BIMU. Una nueva colección junto a Fat-Iron Studio que democratiza los separadores de espacios, permitiendo trazar una distribución versátil en los entornos laborales que se acomode a las necesidades específicas y, por supuesto, a los tiempos que corren.
Recuperando la esencia clásica sin perder el atisbo de modernidad, Actiu también nos mostraba la importancia de la multifuncionalidad en Dorik, de Odosdesign. Una serie de mesas que se mimetizan con la arquitectura grecolatina elevándose —a distintas alturas y dimensiones— sobre una única pata, a la maniera de una columna dórica. Una apuesta capaz de insertarse tanto en salas de reuniones, livings o terrazas; y es que ya nos adelantó Soledat Berbegal en su presentación que la firma Actiu va camino de conquistar cualquier ambiente.
Universo cocina
Como parte indiscutible de la casa, la cocina cobró protagonismo en esta edición con la presencia de Espacio Cocina SICI. Una bienal que pretende dejar de definir esta estancia con el manido término “corazón del hogar” para hablar de ella como un laboratorio de experimentación. Ya sea desde la artesanía de Sola en series como Montea o desde el concepto de autor, como nos adelantó Antalia en su colaboración 360º junto a Pensi Design Studio o en la colección Natux desarrollada por Ximo Roca Diseño.
Pero no podemos olvidar que la cocina, ante todo, es un taller desde el que se labra el futuro del diseño más vanguardista y tecnológico. Y eso nos dejaron claro marcas como Pando y sus lavavajillas silenciosos; Cooking Surface con la primera encimera de inducción 100% invisible; Bora y su sistema extractor Pure insertado en la placa de inducción, o Poalgi, con su homenaje al fregadero clásico en el modelo Clot & Riera de estudio Manel Molina.
Iluminados
There is a light that never goes out, cantaban los Smith. Y en lo que respecta al hábitat, la iluminación se torna un punto de interés para concebir los entornos que residimos, tanto dentro como fuera de la vivienda. Así lo vimos en la luminaria Arco, de Carrasco Barceló para Estiluz, cuya flexibilidad transmitía una gran facilidad para domar lo etéreo. Un modelo donde resalta su tubo de silicona, que distribuye el fulgor de manera uniforme, ya sea en su versión suspendida —cuya curvatura maleable hace honor a su nombre— o en su elegante aplique lineal.
El lighting más escultural fue el sello propio de MYO, que nos transportaba al pasado con la silueta de su lámpara colgante Babylon, una composición hipnótica y suprematista en forma de cascada dorada y metálica. Y en cuanto al guiño artesanal, la empresa Fokobu nos deleitó con la cerámica de su serie Toscana: imperfecta y orgánica; todo un tributo al handmade más humano.
Un lugar donde quedarse
Muchas veces, el modo de exhibir los productos aporta una experiencia inmersiva para quien los mira; por ello algunos stands se convirtieron en una fuente inagotable de creatividad. Siempre sucede con TM/Leader Contract y sus pasillos futuristas: luz púrpura y altas estructuras con huecos —o cráteres— donde aterrizan sus asientos espaciales.
Asimismo, llamó nuestra atención la Infinity Table del espacio de Viccarbe. Y, nuevamente, Point apostó por la escenografía de Héctor Ruiz Velázquez: una propuesta orgánica en madera clara, que ondeaba como las olas del mediterráneo y como el trenzado de sus piezas.
Fue en Héctor Ruiz Velázquez en quien recayó también la concepción del Hotel Hábitat València: una instalación muy veraniega que, partiendo desde cero, levantaba ante los visitantes todo el imaginario hospitality con mobiliario de los expositores. Un pabellón curvilíneo y orgánico —rasgo indiscutible de Héctor Ruiz— que albergaba hall, biblioteca, zona de spa, piscina, bar, foro de conferencias y suites diseñadas por otros interioristas, como Mar Vera, de Welcome Design, o Sigfrido Serra.
Aunque no queremos olvidar el detalle de su fachada: hecha con estructuras minimalistas de cartón, parecía hacer un guiño al Cubic Pop Restaurante que el puertorriqueño realizó hace 10 años para el Millesime Madrid 2014. Y mucho más: a su anterior instalación apodada Living Nature para Habitat Valencia en el año 2010. El mejor resumen de estética, funcionalidad y bajo coste.
París era una fiesta y Valencia también
Pero hay vida más allá del recinto de la Fira. Valencia también está construyendo un Fuori Hábitat
donde conviven inauguraciones, presentaciones, visitas a estudios y eventos que ya se van “institucionalizando”. Es el caso de La noche en el museo, el encuentro organizado por LZF Lamps, Gandía Blasco y Greenarea: el gran meeting point del diseño valenciano.
Todo ello sin olvidar la cena de Point en el edificio Veles e Vents, donde también tuvo lugar la cita del Foro de Marcas Renombradas Españolas: otro punto de conexión entre la industria y los creadores. A lo que se añade la inauguración del showroom de Progetti además de las fiestas-aniversarios de Odosdesign y PerezOchando. Un sinfín de celebraciones que muestran el músculo creativo y empresarial del entorno valenciano.