Con Earthic Lab, Formafantasma y Cosentino no solo erigieron una instalación de gran profundidad visual en el Teatro Gerolamo, sino también una invitación a repensar los mecanismos de producción de nuestro presente. Un trabajo que ha ganado el premio de Tecnología concedido por el Fuorisalone, haciendo hincapié en el uso de la tecnología para proteger al planeta y posicionando a Cosentino como la primera firma española en obtener uno de estos reconocimientos. Conversamos con Formafantasma para saber más sobre este triunfo.
Un éxito para Cosentino en el Fuorisalone
ROOM Diseño. – ¿Qué ha motivado esta colaboración con Cosentino y qué características destacarían de esta nueva colección a nivel de aplicación?
Formafantasma. – Cosentino era una empresa nueva para nosotros, ya que nunca habíamos trabajado realmente en este tipo de producto. La posibilidad de esta colaboración se ha debido al interés común en la sostenibilidad y al interesante desafío que planteaba un proyecto así. Mucho de lo que queríamos lograr solo podía ser viable junto al equipo de ingeniería de Cosentino. En cuanto a su nivel de aplicación, la colección está pensada para revestir interiores; pero lo que nosotros queríamos destacar aquí era el modo en que la superficie ha sido producida y los materiales que se han usado para conseguirlo.
ROOM Diseño. – Y precisamente por ello la instalación Earthic Lab ha sido galardonada con el premio de Tecnología del Fuorisalone. Contadnos sobre este éxito en el Teatro Gerolamo. ¿Cuál ha sido la filosofía de Earthic Lab y el mecanismo detrás de su diseño?
Formafantasma. – La instalación presentaba el conjunto Silestone XM Earthic como respuesta a la preocupación y al objetivo de mejorar sus componentes sostenibles. Con Earthic Lab buscábamos la comprensión de la gente sobre la realidad de un producto y de las partes que lo conforman; pero, sobre todo, queríamos transmitir la idea de que el diseño no solo trata de apariencia, sino también de diversas metodologías. A menudo, cuando se menciona la calidad o el rendimiento de las piezas de una colección se hace alusión a su estética, pero raramente a la toma de decisiones detrás de cómo se han hecho. Earthic Lab ayudaba a los visitantes a entender eso. De hecho, desde el comienzo teníamos claro que el resultado debía tener materiales que estuvieran lo más cerca posible de la fábrica de Cosentino para reducir las emisiones de CO2 por transporte.
Por esa razón empezamos revisando los flujos de residuos de la empresa y explorando qué era posible reciclar; después encontramos vidrio reciclado y PET en la zona. También introdujimos una resina que —aunque sigue siendo sintética en su mayoría— utiliza aceite de cocina recuperado, por lo que alberga un factor orgánico. Por supuesto, hay algunos componentes crudos que tuvimos que obtener de otras áreas, pero intentamos trabajar todo lo posible con lo que había disponible en el entorno colindante a la sede de Cosentino. Podríamos decir que para plantear Earthic hemos diseñado de adentro hacia afuera. Y la intervención en el Teatro Gerolamo estaba concebida para explicar exactamente esto: los materiales que han posibilitado su producción, de ahí que cada piso estuviese dedicado a sus componentes individuales.
La visión futura de Formafantasma
ROOM Diseño. – Poniendo de manifiesto toda esta implicación y responsabilidad matérica junto a Cosentino, ¿cuáles dirían que son los retos que enfrentan diseñadores y empresas de diseño durante esta década y qué respuesta sería la más deseable por ambas partes?
Formafantasma. – Entre los principales problemas creemos que se encuentra la crisis climática, pero esto es algo que concierne a la humanidad en general, no solo a los diseñadores. Por eso esperamos que cada vez con más frecuencia las empresas pidan a los diseñadores que no se centren solo en crear formas hermosas, sino en repensar cómo producirlas.
ROOM Diseño. – Mirando el porfolio del estudio, está claro que hay un uso variado de materiales. ¿Pero cuál es con el que se sienten más afines?
Formafantasma. – Como diseñadores no tenemos ningún tipo de preconcepción. Nos gusta jugar con los límites comunes entre componentes baratos y valiosos, frágiles y duraderos, ligeros y pesados. Estas características estimulan todos nuestros sentidos físicos y tienen la capacidad de evocar recuerdos, sentimientos y crear una relación íntima y personal entre objeto y usuario.