Diseñada con la luz como protagonista y envuelta en un halo de armonía que cubre cada rincón, Casa Cavanilles y sus más de 200 m2 de superficie han permitido crear un espacio que invita a compartir y habitar en familia.
Cada elemento se ha diseñado teniendo en cuenta que la vivienda se abre al exterior y nos brinda unas vistas privilegiadas de Valencia, un recorrido 360 que empieza a los pies de los Jardines de Viveros y acaba con el mar en el horizonte.
El salón/comedor es el verdadero protagonista de este proyecto de reforma integral, siendo el panelado con palillería de madera el elemento diferenciador y sobre el que orbitan el resto de las estancias de la zona de día.
Otro de los elementos a destacas de este proyecto de diseño interior, es el espacio de estudio integrado en un gran ventanal dentro del propio comedor de la vivienda. Este estudio se ha proyectado como entorno colaborativo donde los miembros de la familiar pueden convivir y compartir sus diferentes tareas.
Con el objetivo de abrirse al exterior e integrarse todavía más con el entorno, Casa Cavanilles cuenta un comedor cubierto. Su apariencia informal permite que la estancia respire y la envuelve de una luminosidad cálida.
La cocina es otra de las estancias clave de este proyecto, sus más de 20 m2 lo convierten en uno de los espacios más importantes. Integrada dentro del salón/comedor, pero separada con una puerta corredera de cristal. Esta corredera permite tener una visión más despejada de todo el espacio, aportando continuidad y dejando que la luz sea un elemento vivo que unifica las diferentes zonas.
Una vez más materiales como la madera acogen y aportan la calidez necesaria al hogar. Proporcionando la justa medida entre lo moderno y lo clásico, Casa Cavanilles nos abraza a través de la luz.
Arquitectura, diseño y construcción: Destudio Arquitectura
Reportaje Fotográfico Casa Cavanilles: Jonathan Ristagno
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