34 es un restaurante de «comida del mundo» en el centro histórico de la ciudad portuguesa de Guimarães, que combina elementos Art nouveau con las antiguas técnicas de construcción del edificio histórico.
La asignación surgió de la necesidad del cliente de trasladar un restaurante existente a un espacio más grande, sin perder algunas de las características del antiguo local: íntimo, con elementos verdes y de madera que confieren al restaurante su propia identidad.
Esta condición nos llevó a explorar un concepto estético-espacial que implicaba un enfoque deconstruido del movimiento “art nouveau”; desde las características cromáticas (marrón/verde), hasta las formas curvas/onduladas y asimétricas que conforman los espacios, la repetición de elementos decorativos (madera de los techos y molduras) en lugar de los elementos “entrelazados” tan típicos de este movimiento artístico, así como el uso de plantas, todo ello desligado de los elementos estructurales del proyecto.
El nuevo espacio, situado en pleno centro histórico de la ciudad de Guimarães, se caracteriza por un solar típicamente medieval que define el edificio con una geometría irregular, que se estrecha hasta el patio. Dada esta característica espacial, decidimos perfilar las estancias con elementos a nivel de suelo y techo, mediante sofás largos, con molduras paralelas en el techo, que nos permitieron empotrar las infraestructuras técnicas.
Pretendemos que esta opción permita que el espacio fluya y diluya la sensación de irregularidad espacial. Dentro de estos elementos, exploramos una dualidad entre la identidad de la marca y la identidad de la construcción: por un lado, la mampostería original del edificio (en algunos casos, tras la retirada de los revestimientos añadidos a lo largo de los años), que recuerda su construcción original, y en la pared opuesta, los elementos verdes, la identidad de la marca.
Los techos de madera, enmarcados por las citadas molduras perimetrales, pretenden recrear el ambiente del antiguo restaurante, aprovechando la orientación longitudinal de las salas para dar sensación de profundidad, además de permitir que los colgantes de la iluminación se desplacen ligeramente, en función de la ubicación de las mesas.
El proyecto abarca las tres primeras plantas del edificio, la primera sala en la primera planta, la cocina en la segunda planta (entre habitaciones) y la segunda sala con zona de estar en la tercera planta, con aseos situados en los niveles de transición entre plantas.
La matriz conceptual está fuertemente implantada en las habitaciones, con la excepción de la derivación realizada en la zona del salón que sirve de antesala a la sala de la tercera planta, único espacio ortogonal que tiende a causar efecto sorpresa sobre la vista privilegiada a la Praça do Toural, en pleno centro de la ciudad de Guimarães
- Estudio
- REM'A