Guillermo Santomà desplegó conexiones entre investigación tecnológica, luz y arte en la instalación Inspired Barcelona: Spa. Una pieza implantada en la Iglesia de Santa Maria del Carmine de Milán, que ha constituido el debut de la histórica empresa catalana de iluminación Simon en el Fuorisalone milanés.
Simon destaca en la Milan Design Week 2023
“La visión holística solo se obtiene con una trasgresión”, afirma Guillermo Santomà, el reconocido arquitecto, artista y diseñador cuyo trabajo experimental es capaz de llevarnos a un mundo suspendido entre presente y futuro. Manteniendo su perspectiva emocional y su audacia creativa —y en colaboración de la empresa catalana Simon, Concept Partner del Barcelona Centre de Disseny—, Santomà proyectó Inspired Barcelona: Spa durante la Milan Design Week: una obra de introspección que planteaba un vínculo disruptivo entre lo sagrado y lo profano.
Spa e Iglesia de Guillermo Santomà
Santomà percibió una conexión inmediata entre los dos contextos, que reconocía como entornos inmersivos de simulación y abstracción. Y en ambos casos, la experiencia estaba acompañada, estimulada y elevada por el control de aspectos como la luz, el sonido, los olores, el propio comportamiento o la vestimenta. De ahí que el juego de conceptualización de Spa fuese el de confundir la realidad con la ilusión.
Como seres a merced de la dimensión digital, el objetivo focalizaba su atención en el único sentido veraz y fiable: el tacto. Lo demás quedaba relegado a mera incertidumbre. “¿Cuál es la materialidad mínima y esencial para representarlo?”, se preguntaba Santomà. Y su respuesta fue el elemento más primitivo y auténtico: la piedra. No solo imagen del arquetipo del ambiente termal procedente de la antigua Roma, sino también unidad mínima que da forma a la arquitectura. De ese modo, la capacidad transformadora de la iluminación modificaba la morfología de este componente primario.
Arquitectura de simulaciones
En un universo donde todo es ficción, Santomà propuso un espacio dentro otro espacio que, a su juicio, transmitía una sensación de mentira. Así se lo presentaba al visitante, que una vez pasaba la sugestiva entrada, se enfrentaba a una segunda puerta donde le esperaba una imponente caja pétrea que se percibía como ligera; un ejercicio que lograba con haces de luz, envolviendo el ambiente y convirtiéndolo en un mero objeto sin gravedad.
Se trataba de una intervención experiencial que recorría más estancias y más variantes de la misma materia. Lo tangible de la roca, la arcilla y la grava volcánica se unía en una danza con lo intangible: la luz. Además, el pabellón devenía en un contexto de exploración del espectro magnético en su totalidad, a partir de los beneficios caloríficos de los rayos infrarrojos y los poderes purificantes de los ultravioleta.
Asimismo, Guillermo Santomà no solo conseguía dar voz a la continua investigación que desempeñan en Simon, sino también lanzar un llamamiento a la cooperación entre los nombres más grandes de la industria. Un ensayo utópico donde concluía diciendo que “intentar separar las disciplinas, solo aleja de la fuerza del mensaje”.
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En la iglesia Santa Maria del Carmin.
Del 18 al 23 de abril.