Glamora lo ha vuelto a hacer. Si ya quedamos fascinados con el capítulo XIII de su Creative Collection, donde nos invitaba a pasear por antiguas civilizaciones, jardines exóticos y montañas de colores intensos; ahora nos adentramos en un mundo de amor, engaño y tragedia con su nueva propuesta: Madama Butterfly Collection.
Una aproximación a Madame Butterfly
Desde la propia firma definen así esta nueva aventura: “Madama Butterfly Collection es fruto de un viaje fascinante hacia el descubrimiento de la cultura japonesa y sus reflejos en el mundo europeo. Un homenaje a la obra homónima de Giacomo Puccini, que se caracteriza por un perfecto equilibrio entre libertad compositiva y rigurosa geometría, entre lógica y sentimiento.”
La ópera de Puccini nos habla de una joven geisha que se aleja de su familia, sus creencias y sus raíces por amor. Esa estética de anhelo y esperanza, de ver belleza en medio de la oscuridad es la que se intuye en cada papel de la colección. Transitar las sombras de Addio Fiorito es lo que nos permite llegar a la luz de Dolci voli del amor o a la sensualidad de Confin del mare.
Los materiales y acabados de Glamora
Como siempre, la sostenibilidad es un innegociable en Glamora. Desde la elaboración, donde se hace uso de materiales ecológicos, libres de VOC —Volatile Organic Compounds— y de las sustancias presentes en la lista de Substances of Very High Concern (SVHC) and Restricted Substances Declaration. Hasta el embalaje, que es 100% reciclable.
Para esta nueva colección, la firma apuesta por la combinación de seis acabados con alma natural: GlamBirch, una ligera lámina de abedul que enfatiza la esencia cálida de la madera; GlamRafia, hecho con fibras vegetales trenzadas y definido por un ritmo visual denso e irregular que juega con la luz multiplicando sus efectos; GlamCork, que confía su belleza matérica al corcho blanqueado para regalar a las estancias una atmósfera elegante; GlamVelour, suave al tacto y a la vista como el terciopelo, pensado para embellecer los ambientes con delicadeza en una paleta de tonos tenues; GlamPure, tejido no tejido realizado en lino y viscosa 100 %; y, por último, GlamSatin, viscosa con polvo mineral caracterizada por un acabado especial iridiscente que evoca los destellos de la seda. El resultado es un wallcovering único, complejo y llenos de matices.
Una conexión entre oriente y occidente
A diferencia de la unión entre Madama Butterfly y el teniente estadounidense Pinkerton, el vínculo entre occidente y oriente en esta propuesta de Glamora no termina en tragedia, sino todo lo contrario. Los matices en cada uno de los diseños son infinitos, y la elevada carga sensorial hace que vayamos mucho más allá de la decoración mural.
Se trata de integrar arquitectura e innovación en áreas interiores. Pero, al igual que la melodía en la ópera, estos revestimientos son capaces de hacer que nuestra piel se erice. Bien sea al roce o a la mínima intuición de la cadencia emocional que se genera en las zonas habitadas por este conjunto.
Si Madama Butterfly dijo aquello de que “la muerte con honor es mejor que la vida sin honor.” Nosotros estamos en posición de afirmar que, frente al vacío, los espacios con Glamora siempre serán infinitamente más táctiles y visualmente más sofisticados.
En este enlace puedes leer sobre el capítulo XIII de la Creative Collection de Glamora.