El equipo de CLB Architects y la firma de interiorismo HSH Interiors han proyectado ShineMaker; una vivienda integrada en un paisaje natural con la intención de crear un espacio que facilite el retiro y motive la creatividad.
ShineMaker en la naturaleza de Jackson Hole
Para muchos, desde que el hombre es hombre, no existe mayor fuente de inspiración que la naturaleza. Como objeto primigenio de contemplación, el artista siempre ha encontrado un estímulo tremendamente rico en ella. Si uno piensa en el epítome de la poesía inglesa —con nombres como Keats, Coleridge o Wordsworth— o en los destacados pintores alemanes del Sturm und Drang, se confirma la existencia de un momento de la historia de la humanidad en el que la cultura eleva el valor del elemento natural hasta sublimarlo. Esa tradición —impulsada por el Romanticismo— permanece en nuestros tecnológicos días por una evidencia clara: sus cualidades inherentes al acto creativo.
Así lo entienden desde CLB Architects y la firma de interiorismo HSH Interiors —acompañados, también, por el estilista Stephen Pappas— en su última colaboración en Wyoming, en Estados Unidos. ¿El encargo? Una casa de retiro totalmente inmersa en el medio y destinada a ser un lugar que facilite la escritura. ¿Los clientes? Una pareja de California, autores y dueños de un sello discográfico independiente, que buscan un espacio para silenciar el ruido de la civilización, para poder crear bajo una concentración apacible. Y ShineMaker ha sido la respuesta a su demanda: “un remanente geológico en el paisaje”.
Los tres volúmenes de una casa alargada
Esta residencia privada —armónicamente integrada en su entorno natural— está compuesta por tres edificios cuya extensión se reduce gradualmente. Una serie de “estructuras tectónicas” que emanan en sintonía con su contexto. En orden consecutivo por tamaño, se dispone una vivienda principal, otra para huéspedes y un ambiente para la escritura. La diferencia estructural y situacional reafirma la finalidad de estos enclaves: la de un menor o mayor recogimiento. Así, el hogar de los dueños se halla en el límite entre el campo y el bosque, mientras que los invitados y el estudio aparecen inmersos en el paraje boscoso, en acertada intimidad.
La arquitectura es abierta y panorámica, porque lo que predomina es la fusión con las colinas y árboles del emplazamiento: el valle interior de Jackson Hole, al resguardo de las montañas rocosas de Grand Tetons. Álamos y pinos guardan la construcción, ejecutada en un conjunto de volúmenes simples y a la vez dinámicos. Voladizos y aberturas juegan un punto primordial en ello. Pero, sin duda, otro papel protagónico es el lumínico. Cada ventanal enmarca una vista de la pradera y la cordillera, pero también sirve para que la luz natural atraviese radicalmente cada estancia. El estilo bohemio de la pareja propietaria y su amor por la música, la literatura y, sobre todo, el aire libre, inspiran los interiores de las salas. Existe un claro gusto por la variedad de texturas y piezas que elevan cada superficie del hábitat.
Frente a la apariencia “fría” del minimalismo constructivo, el interiorismo se decanta por un tono acogedor y suave donde el negro tiene presencia, pero donde también predomina una paleta de gamas claras y colores tierra. Objetos coleccionables, vintage, detalles de artesanía, motivos geométricos, arte contemporáneo… una cierta amalgama —paradójicamente armoniosa— que hace convivir diversos estilos en un mismo sitio. Madera, vidrio, acero, bronce, hormigón, travertino… Los materiales continúan la misma fórmula ecléctica de la línea estética. ¿Un plus a destacar? El revestimiento exterior sometido a la técnica shou sugi ban o yakisugi: un método tradicional japonés de preservación de la madera a través del quemado.
La labor que arquitectos e interioristas han desarrollado en ShineMaker responde a un trabajo audaz que traslada un estrecho pacto con el paisaje. Volviendo a los románticos, “hay placer en los bosques sin senderos, hay éxtasis en una costa solitaria (…)” empezaba diciendo Lord Byron, uno de los más célebres amantes de la naturaleza. “No amo menos al hombre, pero sí más a la naturaleza” terminaba afirmando en su ya histórico escrito. Y con el ejemplo de ShineMaker, cabría cometer cierta osadía para completar la frase añadiendo: “y también a la buena arquitectura”.
En este enlace puedes leer sobre otra casa llena volúmenes e insertada en la naturaleza, la Casa EA! de Sergio Sebastián Arquitectos.
CLB Architects lleva desarrollando su labor 30 años desde su fundación, precisamente, en Jackson Hole, Wyoming. El punto fuerte de sus proyectos consiste en comprender el poder del paisaje, la calidad de la luz y la sencilla honestidad de la arquitectura local estadounidense que tanto les influencia.