Tobias Rehberger es uno de los creadores más destacados dentro del panorama contemporáneo alemán. En la pasada feria de arte Frieze, puso en práctica aquello que marcó su trayectoria en los 90: una instalación multimedia para LG donde se hibridaba arte, arquitectura y diseño.
Un laberinto para encontrar el producto estrella de LG
Into the Maze es una de las últimas creaciones de Tobias Rehberger. En ella sumerge al público en un engañoso laberinto de fotogramas geométricos —y mutantes— para poner a prueba la percepción. Colaborando con LG Electronics, esta instalación del alemán integra el nuevo producto insignia de la marca: el LG SIGNATURA OLED TV R, que se ha presentado durante la exhibición de Frieze London 2022. Este televisor enrollable de LG es un objeto minimalista que intenta resolver un problema espacial, motivo que el propio artista emplea para presentarlo en un escenario singular.
En medio de una variedad de patrones creados por Rehberger, la pantalla de LG se pliega para mezclarse con su entorno, volviéndose casi invisible. Estas figuras que se muestran —tanto en paneles estáticos como móviles— generan ilusiones ópticas en movimiento, acompañadas de la partitura musical NYX, que ha sido compuesta especialmente por el DJ alemán Sven Väth. Toda la estancia es una versión más grande de la imagen que la propia TV alberga, ya que esta sobrepasa la dimensión virtual para trasladare a la física, donde se multiplica y se intensifica. Efecto que el propio Rehberger compara con el juego de muñecas rusas que se recogen gradualmente en tamaños consecutivos.
Tobias Rehberger y la extraña paradoja: lo visible y lo oculto
A través de una estética fuerte y llamativa, Rehberger entabla relaciones entre contrarios: lo visible y lo no visible. Y es que estos patrones destacan, pero también se ocultan —mediante el ruido a los ojos—, convirtiéndose en lo opuesto a la visualidad. Una contradicción que al alemán le parece extraña y divertida. Todo un desafío para la percepción del espectador al que invita a “ver y no ver”, en este ejercicio escultórico y tecnológico que desafía la gravedad. En Into the Maze, Rehberger vuelve a visitar la pintura deslumbrante, una técnica de camuflaje desarrollada para acorazados por artistas británicos durante la Primera Guerra Mundial. Una tendencia que ya presentó por primera vez en la icónica pieza para la cafetería de la Bienal de Venecia de 2009.
Asimismo, Into the Maze incita a reflexionar más allá de lo establecido. ¿Por qué no sentarse en una escultura? ¿Cuál es su valor? ¿Contemplativo o funcional? ¿Son estas finalidades excluyentes o acaso pueden convivir? El planteamiento de Rehberger pone en valor las posibles cualidades de la obra de arte. Su intención es la de infundir al objeto artístico un carácter pragmático y transformarlo en parte de la vida cotidiana, sin excluir todo su potencial. La pregunta de Rehberger gira alrededor de si tiene sentido mirar desde una perspectiva diferente a la convencional. Heredero de la tradición escultórica alemana de los 80, Tobias Rehberger suma al progreso de este ámbito contemporáneo una innovación que pone en relieve el poder de la multifuncionalidad, sin olvidar el del color y la geometría. Y para ello combina inteligentemente tecnología y arte.
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La obra de Rehberger se ve atravesada por las ideas de funcionalidad y visualidad, en una constante reivindicación de que la obra de arte no tiene que ser necesariamente un objeto puramente contemplativo. Según su planteamiento existen otras formas de experimentar el arte, y es cuando algo se puede pensar de otra manera que Rehberger comienza a demostrar interés. Su práctica artística incorpora estrategias, parámetros y elementos de diferentes campos, incluyendo la arquitectura, el diseño o la publicidad. Se trata de repensar el arte con la ayuda de otras áreas en principio ajenas a él, que respondan desde una actitud diferente a ciertas preguntas comunes.