La exposición Connecting —del dúo artístico TONDOsmiling— cuenta con distintas obras, como neones, instalaciones de video mapping o proyecciones que se cuelan hasta el 28 de agosto entre las piezas habituales del Museo Lázaro Galdiano.
Las nuevas tecnologías llegan al Museo Lázaro Galdiano
Independientemente de la datación de sus fondos, es imposible que los museos no se vean afectados por las nuevas tecnologías. Por esa razón, en momento que parece dominado por la máxima de “renovarse o morir”, el Museo Lázaro Galdiano —cuyas obras van del siglo XV al XIX— ha decidido acoger la exposición Connecting de TONDOsmiling.
El trabajo de esta pareja artística, compuesta por Lucía Cristóbal Marín y Ramón López de Benito, es contemporáneo por necesidad, pues operan desde espacios geográficos distintos: él desde Alemania y ella afincada en España. Así, la red se ha convertido en su medio básico de conexión y, además, en una fuente de inspiración clave. Su porfolio se concibe siempre a partir de imágenes que ya existen en Internet; lo que los lleva a reflexionar sobre cómo la tecnología ha cambiado nuestro comportamiento y también la manera de relacionarnos, ya sea entre nosotros o con aquello que nos rodea.
De todas estas tribulaciones nace Connecting, íntimamente ligada con las piezas del Museo Lázaro Galiano. Se trata de una exhibición dispuesta a cuestionar nuestra identidad con el pasado y cómo debemos afrontarla de cara al presente y al futuro. Toda la muestra compone un diálogo entre el mañana y el ayer, entre lo real y lo virtual. Distribuida en seis salas del antiguo palacio —situadas en dos plantas distintas— se pueden apreciar las creaciones que forman parte de ella mientras se realiza el recorrido habitual por las colecciones permanentes.
Feminismo, violencia y likesde TONDOsmiling
La pieza que da título a la exposición está basada en una de las obras maestras del museo: Salvador adolescente, un lienzo que se atribuía a Leonardo da Vinci y que parece ser de Boltraffio, uno de sus alumnos aventajados. En este sentido y por su propia historia, el cuadro se presta a consideraciones sobre la identidad, algo que se remarca por la presencia del adolescente andrógino con rasgos faciales de niño-adulto. Este hecho subraya más aún la ambigüedad que tándem quiere poner de manifiesto, y para eso han elaborado una videoinstalación en la que visualizar cómo la pintura se descompone en franjas para, acto seguido, construirse de nuevo.
Asimismo, las cuestiones de género se incluyen en Connecting, ofreciendo un abanico de reflexiones en torno a cómo las mujeres se vinculan con el pasado histórico de su género. TONDOsmiling lo recrea iluminando con neones violeta una serie de bustos relicarios femeninos y otros retratos de la estancia. La elección de ese color no es arbitraria: fue el escogido por las sufragistas inglesas en 1908 para representar la lucha feminista. Igualmente, en las paredes de esa zona cuelgan luces que conforman la palabra “We”, entendida —tal y como se explica desde el propio título— como “Nosotras” en vez de “Nosotros”. Además, la violencia en los videojuegos, el efecto copycat que genera la cultura del likeo el papel del arte en la sociedad—como se refleja en la instalación lumínica Art Is an Issue of The Past— son otros temas de actualidad que se introducen en la muestra.
Y es que, en general, Connecting pretende interrelacionar la creación del pasado y del presente para hablar del porvenir. Porque dentro de un museo habitualmente tradicional, las redes sociales, las luchas sociales y los conflictos y ventajas de las nuevas tecnologías también encuentran un sitio para poder exponerse.
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El dúo artístico formado por Lucía Cristóbal Marín (graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y diseñadora de interiores) y Ramón López de Benito (doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y profesor en la misma entidad de nuevas tecnologías aplicadas a las artes).