En este centro de ventas inmobiliario enfocado a los negocios, T.K. Chu Design han concebido un escenario con la mirada puesta en el futuro como si se tratara de arquitectura-ficción. Para ello se han servido del arte y han invitado a participar a distintos creadores. Tras una selección cuidadosa alcanzaron, a la vez, un ámbito pragmático y contemplativo. 1200 m2 de quimera cósmica y futurista donde todo es posible. Una auténtica odisea espacial digna del mismísimo Bowie.
A pesar de su uso convencional, el Centro de Ventas del Poly F.S. Skyline Garden (Dongguan, China) es un lugar de insólitas características donde la ciencia ficción, el diseño y el arte se dan la mano para crear una narrativa única. En un delirante ejercicio de interiorismo, el estudio T.K. Chu Design ha ideado un sales center atípico, cuyo planteamiento radical convierte el edificio en una fantasía estelar.
En este activo inmobiliario enfocado a los negocios, los interioristas han concebido un escenario con la mirada puesta en el futuro como si se tratara de arquitectura-ficción. Para ello se han servido del arte y han invitado a participar a distintos creadores. Tras una selección cuidadosa alcanzaron, a la vez, un ámbito pragmático y contemplativo. El rechazo al típico centro de ventas —simple y pálido— ha transformado el proyecto en una “pieza de arte funcional” inmersiva y extrema en su discurso de estética galáctica. De este modo, sus diversos espacios siguen un guion que los conecta entre sí mediante obras de índole dispar; un conjunto que hace brillar la singularidad del enclave.
Situado frente al delta del río Perla en la ciudad industrial de Dongguan, este peculiar complejo actúa como una caja de cristal/escaparate que atrae a los transeúntes. En él, el diseño, muy alejado de la moderación, es contundente y llamativo; una atmósfera entre el onirismo y la ficción. Lo completan una serie de elementos relacionados con el universo: cápsulas, planetas y órbitas, entre otros. Estos acompañan a una extensa superficie monocroma blanca lacada, de excelente maleabilidad y plasticidad, que envuelve paredes, techos y columnas y pone en valor los detalles de arte, los muebles y su iluminación de efectos dramáticos y vibrantes.
Con más de 30 años de trayectoria profesional, T.K. Chu Design suma esta intervención a su carrera, marcada por un estilo propio que ellos mismos denominan “Neo Art Deco”. Se trata de una propuesta que sobresale dentro del mercado inmobiliario local por su excepcionalidad, alineada con la deriva del interiorismo y la arquitectura en China, país de vanguardia donde lo excéntrico tiene siempre cabida. En estos 1200 m2 de Neo Art Deco, quimera cósmica y futurista todo es posible. Una auténtica odisea espacial digna del mismísimo Bowie.
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