Residuos arquitectónicos en el LIMBO. La antagónica exposición virtual de BIAN Office

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No, no es otra exposición virtual. BIAN Office resucita decenas de proyectos olvidados en los discos duros de sus creadores para que cualquiera pueda adentrarse en ellos solo con su smartphone y un filtro de Instagram. Una iniciativa que, partiendo de las residencias artísticas de Matadero Madrid, se hizo accesible desde cualquier punto del planeta en plena pandemia.

Que estamos viviendo un cambio de paradigma hacia lo virtual es innegable. Este pasado 23 de junio, Second Life cumplía 18 años. Aunque a muchos les pueda sonar antiguo, su mayoría de edad coincide con un boom de estas realidades paralelas —acelerado por la crisis sanitaria del último año— que desdibujan los límites entre lo digital y lo físico como nunca antes habíamos visto. El píxel se nos ha pegado a la piel y resulta difícil imaginar un futuro cercano en el que no sea así.

LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office
LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office

En ese contexto, la intención de Carmen Bentabol y Ángel Cobo —los integrantes de BIAN Office— de dar visibilidad con LIMBO a “todas las obras realizadas por profesionales del diseño y la arquitectura que, por alguna razón, nunca fueron materializadas” parece querer coser dos dimensiones que se solapan en el tiempo: la creación arquitectónica como acumulación de residuos y la ascensión del espacio arquitectónico virtual a la categoría de fin en sí mismo.

Arquitectura como acumulación de residuos

El estudio de arquitectura como acumulador de residuos es un modelo que lleva décadas muy presente. Un modo de hacer en el que el residuo es parte intrínseca del proceso creativo: el proyecto se resuelve mediante la producción de una matriz más o menos extensa de maquetas, todas variaciones sobre una misma propuesta. La pérdida de importancia de todas frente a una —la elegida, la que se desarrollará para construirse— está asumida desde el minuto uno.

CCTV Headquarters models - Cecil Balmond, Rem Koolhaas and OMA
CCTV Headquarters models – Cecil Balmond, Rem Koolhaas and OMA

Residuos que son contenedores de ideas y que, por ello, son archivados y potencialmente reutilizados a posteriori. Probablemente con OMA se observe el caso más único: cómo no recordar las fotografías de sus mesas y estanterías repletas de maquetas de espuma azul, pedazos más o menos reconocibles de sus arquitecturas; o aquellas palabras del propio Rem Koolhaas en Der Spiegel en 2011, tras admitir la frustración porque solo el 5% de sus bocetos hubieran sido edificados: “No puedes mirar a estos diseños como residuos. Son ideas; sobrevivirán en los libros”.

LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office
LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office

Uno podría perfectamente conectar esta metodología con el Models are Real de Olafur Eliasson, quien allá por 2007 decía que toda realización artística es resultado de una reflexión producida en serie. Esas series, materializadas en un número cada vez más grande de modelos, de maquetas —la polisemia de la inglesa models le permite referirse con voluntaria ambigüedad a ambos conceptos—, son hoy en día parte habitual de sus exposiciones. En ellas, el propio Eliasson defiende un “hacer hincapié en la negociabilidad de [sus] creaciones” y un insistir en mostrar de manera tangible su discurso al visitante, transformado así en “usuario”. Disertaciones aparte, Eliasson convierte el residuo en obra: no en aquella cuya serie ha producido, sino en esa otra formada por la acumulación de todos sus abortos.

Model Options, Rem Koolhaas and OMA
Model Options, Rem Koolhaas and OMA

LIMBO: El residuo ahora es digital

Si bien el uso de medios digitales en la arquitectura no es algo esencialmente nuevo —el propio CAD (computer-aided design) nació en los años 70—, la enorme evolución del modelado 3D en las últimas décadas ha facilitado a muchos estudios trasladar ese sistema al mundo virtual. Matrices tridimensionales que alcanzan extensiones mucho mayores que las de sus homólogas físicas, gracias a la reducción del gasto material, del terreno necesario para su elaboración y almacenaje y, sobre todo, del tiempo—ctrl+C / ctrl+V—.

LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office. Models are Real. Olafur Eliasson. 2003
Models are Real. Olafur Eliasson
LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office. Models are Real. Olafur Eliasson. 2003
Models are Real. Olafur Eliasson

Superadas dos décadas del siglo XXI, esta superproducción acelerada de residuos genera un catálogo infinito de arquitecturas perdidas, “un sinfín de discos duros llenos de ideas olvidadas” a las que LIMBO otorga la visibilidad que su no-ejecución les había negado. Y lo hace explorando algo tan actual como es “la capacidad de Instagram y sus filtros como herramienta para originar nuevas realidades arquitectónicas y experiencias espaciales”.

LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office. Model Room. Olafur Eliasson. 2003
Model room, 2003 Tate Modern, London Photo: Anders Sune Berg

El producto que nunca se hizo para BIAN Office es obra y, como tal, ha de ser expuesta. Y es precisamente en ese acto, en el instante en el que se toma la decisión de exhibirlo, que el modelo digital deja de ser un medio —un acercamiento tentativo al entorno físico— para convertirse en un fin.

LIMBO. Exposición virtual de BIAN Office. Model Room. Olafur Eliasson. 2003
Model room, 2003 Guggenheim Museum Bilbao Photo: Erika Ede

LIMBO echó el cierre el pasado abril con el fin de la residencia artística que le dio a luz. Y aunque aún es posible entrar a uno de los espacios virtuales—accediendo con un smartphone a los filtros de la cuenta de Instagram de BIAN Office—, ya se están cociendo nuevas convocatorias. La pregunta es inevitable: ¿conseguirán seguir convirtiendo residuos en obras o empezarán a aparecer propuestas producidas expresamente para exponerse en este medio?

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