Cualquier proyecto de arquitectura está condenado a parecerse a algo. Ante la falta de un estilo contemporáneo, la búsqueda de esa imagen puede servir de ayuda en la toma de decisiones. Sin embargo, puede considerarse complicado sostener una propuesta solo con una foto. La idea que WH Studio presenta parte de una cabaña en un árbol como lugar desde el que observar el paisaje ¿Hasta qué punto puede resultar un lenguaje válido?
Un paisaje de cabañas en los árboles
Senbo Resort se encuentra a orillas del lago de Xianghu, al sur de la ciudad china de Hangzhou. Forma parte de un complejo hotelero de un parque de atracciones acuático. El emplazamiento se aleja del bullicio en busca de un paraje tranquilo pero accesible en el que poder descansar después de disfrutar de un día de ocio.
Las cabañas aprovechan la posición ventajosa que ofrecen las laderas para elevarse a ambos lados del valle. La altura se consigue mediante un juego de superposición de volúmenes sencillos parecido —obviando la diferencia de escala— al que Herzog & De Meuron plasmaron para el Vitrahaus. Esta estrategia permite obtener una orientación distinta para cada planta, de manera que la panorámica del entorno cambia en función del nivel en el que nos encontremos y los espacios quedan interconectados, tanto visualmente como por un recorrido.
Arquitectura y naturaleza
El proyecto intenta incorporarse en el paisaje. La descomposición del programa en varios cuerpos, la colocación entre la maleza o el tratamiento de la madera que se hace en las fachadas y las plataformas nos acercan a esa imagen de cabaña del árbol, un refugio que puede abrirse hueco en una naturaleza inalterada.
Este aspecto quizá sea el más discutible. La búsqueda de esa representación aparenta ser un tanto exagerada en ciertos detalles —como en la recreación de soportes con un diseño de árboles artificiales—y sobrepasa a la toma de decisiones anterior. Al final el conjunto se percibe como una imitación más que como la reinterpretación de una tipología.
Un nuevo planteamiento arquitectónico de resort
Al margen del debate sobre si el lenguaje arquitectónico es adecuado, el planteamiento brinda soluciones que pueden ser perfectamente válidas y que aportan solidez al trabajo, aunque queden difuminadas por la presencia de una visión abrumadora. El gran inconveniente de apostar de un modo arbitrario por una determinada estética es que no puede respaldarse en ningún concepto constructivo.
Resulta más fácil opinar sobre los soportes en forma de árbol artificial —como alusión a la cabaña— que sobre la táctica de apilar los volúmenes para conseguir mayor amplitud de vistas. Primero las ideas, los parecidos vendrán detrás.