Hacer presente la naturaleza en nuestras vidas domésticas y nuestros espacios públicos. Esa es la reivindicación del arquitecto vietnamita Vo Trong Nghia y su arquitectura verde. A contracorriente de la superficialidad con que son manejadas actualmente palabras como “ecología” y “sostenibilidad”, el trabajo de este arquitecto vietnamita es la materialización de arquitectura sostenible mediante un firme manifiesto ético.
Vo Trong Nghia y la ciudad verde
En su artículo City and Soul, el psiquiatra James Hillman se posicionaba a favor de la ciudad, rechazando la visión maniquea que suele haber entre la naturaleza y lo urbano. “No acepto la postura anti-ciudad, y los prevengo para que no se dejen fascinar por su encanto sentimental. Dicha postura sitúa a la ciudad y al alma en campos opuestos, lo que da como resultado ciudades sin alma y almas sin ciudad, almas sin civilizar […]
Abandona la civilización para instalarse en la celda de un ermitaño o una comuna hippie en el bosque. Una ecología que restaure el alma no solamente se da en las altas cumbres, lejos y apartado de todo”. Para Hillman es profundamente significativo que, cuando se produce algún tipo de disturbio callejero, la gente agrede locales y elementos que representan el exceso y el consumismo, y reivindica y protege edificios de vecindarios con memoria y árboles.
La intensa defensa de la naturaleza del vietnamita Vo Trong Nghia está en consonancia con el pensamiento de Hillman, que liga el alma de las personas a la de la ciudad y comprende que la ecosensatez puede nutrirse y afirmarse en ella. Naturalizarla significa convertirla en un territorio más positivamente humano. El propósito de Vo Trong Nghia no es solo que sus obras “refinen el paisaje urbano”, contribuyendo desde la sostenibilidad a mejorar su calidad medioambiental, sino que también ayuden a imbuirlas de una “sensación de paz”.
Charlamos con VTN Architects de arquitectura sostenible
Formado en Japón, Nghia fundó VTN Architects en 2006, y desde ese momento ha desarrollado un amplio repertorio de proyectos cuyo nexo común es esa constante preocupación por vincular lo artificial y lo natural. Su objetivo es proponer una arquitectura sostenible y coherente con la realidad y las necesidades del siglo XXI preservando, además, las cualidades propias de la tradición asiática. Elementos como frondosos muros verdes, plantas colgantes, árboles que perforan la estructura, piedra erosionada y jardines hundidos conforman los rasgos característicos de su trabajo, que observa muy atentamente los aspectos propios de la costumbre vernácula vietnamita, como terrazas sombreadas, sistemas de refrigeración para el agua, cubiertas vegetales y el uso del bambú.
ROOM Diseño. – Con propuestas como Wind and Water Bar (2008), el pabellón de Vietnam para EXPO Shanghái (2010), el pabellón Bamboo Forest (2015), la Sala de Conferencias Naman (2015) o el Pabellón Vinata en Hanoi (2018), pones impresionantemente de manifiesto el potencial del bambú para erigir armazones de enorme resistencia y belleza. Es un material con el que estás muy familiarizado desde tu infancia.
Vo Trong Nghia.- Así es. De pequeño lo hacía todo con bambú: una cesta para las verduras, un lecho para tumbarme, un recipiente para guardar los platos, una bolsa para el arroz, los utensilios de mesa…. Las barcas estaban fabricadas en bambú, y también una parte de la casa donde crecí. Es un elemento muy resistente si se empapa en agua durante un periodo de entre tres y seis meses, y es, además, muy flexible. Atado o entretejido es capaz de soportar una carga de peso muy considerable. Durante muchos siglos, ha sido un material importante; pero hasta ahora no se había utilizado para levantar las estructuras principales.
R.D.- Tu planteamiento constituiría entonces una innovación dentro de esa tradición que consideras fundamental en tu filosofía.
Vo Trong Nghia.- La tradición es una experiencia de larga duración, así que para poder trabajar de manera correcta en el presente es preciso que aprendamos de ella.
Su convicción sobre la necesidad de erigir una arquitectura sostenible es absolutamente firme: “Creo que es un tema que debe formar parte de la ética de todo arquitecto. La evidencia respecto al cambio climático es cada vez más clara, y ya estamos comenzando a sufrir las consecuencias de este. Por eso, deberíamos pensar en realizar edificaciones que ejerzan un mínimo impacto, que destruyan el entorno lo menos posible. En este escenario, la arquitectura sostenible se convierte en algo fundamental e indispensable”, afirma.
R.D.- Señalas que en ocasiones el bambú es empleado únicamente por cuestiones de moda. Pones el dedo en la llaga, ya que el tema de la sostenibilidad y la ecología se ha convertido hoy en una mera etiqueta.
Vo Trong Nghia.- Para mí es inevitable respetar el medioambiente. Y creo que todos los arquitectos deberían considerarlo algo obvio, ineludible. Un edificio verde, ecológico, debe ser también sostenible a lo largo del tiempo. Hoy está en auge la tendencia de crear arquitectura fotogénica, que dé como resultado imágenes atractivas, y este factor puede ser peligroso si se antepone a la durabilidad. Por supuesto, queremos belleza, pero nuestro enfoque es asegurar primero los principios correctos y, a continuación, buscar la estética, que es también un elemento importante.
R.D.- Uno de los retos que el bambú plantea a VTN Architects es el de formar a los operarios que van a materializar sus propuestas. ¿Cómo lo abordáis?
Vo Trong Nghia.-Ahora mismo contamos con un equipo de excelentes trabajadores que han estado preparándose durante muchos años. Los guiamos a través de cada proyecto, de cada detalle. En esa formación también aprenden a guardar los cinco preceptos de las enseñanzas de Buda y a meditar durante una hora diaria. Esto les ayuda a llevar a cabo su labor de una manera más honesta y cuidadosa.
A la laica mentalidad occidental puede resultarle chocante la armónica integración que Vo Trong Nghia establece entre principios religiosos y la concepción de una arquitectura sostenible y plenamente contemporánea. Esto, unido además a un compromiso político activo, se traduce en edificios pragmáticos, eficientes y en los que se sugieren optimistas visiones de futuro, como Green City Hall (2015) y la Universidad FPT en Ho Chi Minh, actualmente en construcción. En ellos pueden vislumbrarse algunas de las ideas formales planteadas durante la eclosión de las tecnologías digitales a comienzos de los 2000 —fallidas entonces tal vez por su exceso de celo vanguardista— que Nghia ha logrado concretar, al imbuirlas de una conexión con lo real a través de lo natural y lo sostenible.
R.D.- La espiritualidad es un eje esencial para el estudio, en torno a él se articulan indisolublemente tu filosofía y su funcionamiento cotidiano.
Vo Trong Nghia.- Como ya he comentado, nos basamos en los cinco preceptos de Buda y meditamos al menos una hora al día, muchos empleados del estudio meditan entre tres y seis horas cada jornada. Esto nos ayuda a mantenernos más centrados, a tener un foco más claro. Aunque llevamos a cabo proyectos muy diferentes, tanto públicos como privados, nuestra responsabilidad es que todos, grandes o pequeños, sean ecológicos y sostenibles. Subyace en ellos una unidad ideológica y filosófica. Creo que los arquitectos pueden ser buenas semillas para la humanidad si guardan esos preceptos. Respetarlos es mucho más importante que hacer arquitectura sostenible.
R.D.- ¿Hasta qué punto es fundamental la presencia de materiales orgánicos y vegetales para proveer bienestar físico y psicológico al urbanita?
Vo Trong Nghia.- Debido al veloz proceso de urbanización de Vietnam, sus ciudades son las que menos árboles tienen en el mundo. El resultado es que muchas personas padecen estrés y depresión, por eso el bambú y, sobre todo, la vegetación tienen importancia. Convertimos cada vivienda, cada escuela, cada universidad, cada bloque de oficinas en un parque y planificamos las zonas públicas para que se transformen en enormes jardines. Sin embargo, esto no es suficiente. También tenemos un pequeño fondo que nos está permitiendo distribuir decenas de miles de árboles. Espero que logremos que un día haya millones. Por ahora, plantamos y seguiremos plantando.
R.D.- ¿Aspiras a que tu trabajo sirva para reflejar la necesidad de redefinir y sanar el paisaje y los modelos de las capitales actuales?
Vo Trong Nghia.- He tenido conversaciones con el gobierno para proponer modificaciones en las leyes a fin de estimular y dar mayor apoyo a la arquitectura verde. Si además interviene el sistema de comunicación estatal para dinamizar proyectos sostenibles y ecológicos, la tendencia se extenderá aún con mayor rapidez. Ahora mismo, los arquitectos de mi país están prestando mayor atención a estas cuestiones
Le solicito una última reflexión acerca de los probables cambios que la crisis del coronavirus podrá traer, sobre cómo deberá revisarse nuestro modo de diseñar y de usar el espacio público y privado. Nghia explica que durante la pandemia ha recibido muchas llamadas agradecidas de personas que habitaban casas diseñadas por él porque “aunque estaban confinados, se sentían cómodos y a gusto en ellas”. Esto se ha traducido en un enorme incremento de trabajo en su estudio y en la evidencia de que “la armonía con la naturaleza siempre es algo bueno”. Quizá también sea que estamos comprendiendo que la mejor dirección es la que nos está marcando la arquitectura verde.