Color y geometría. Líneas modernas con cierto toque ochentero. Diseños desenfadados y tremendamente meditados. Estas son las señas de identidad de uno de los estudios que más destaca en el panorama creativo nacional. Afincados en Valencia, Masquespacio está formado por la colombiana Ana Millena, directora creativa, y el belga Christophe Penasse, director de marketing. ¿Su principal motivación? Sentir que el cliente se emociona con el trabajo que ellos realizan.
Masquespacio nació hace ahora ocho años como consecuencia del complicado mundo laboral que sus miembros encontraron al acabar su formación. Con una clara tendencia hacia lo colorista, proponen una manera de definir el interiorismo que cada vez está más extendida: aquella que entiende la proyección de espacios como la fusión interdisciplinar de diseño y marketing.
Y así lo explican a ROOM: “Hemos visto cómo han evolucionado la carrera de arquitectura de interiores y otras disciplinas; cómo han pasado de ser un servicio para un grupo selecto a ser algo necesario en los negocios abiertos al público, como restaurantes y tiendas. Nosotros hemos centrado nuestros servicios en interiorismo y producto. En estos ocho años hemos pasado por muchas etapas, pero lo que hemos defendido desde el día uno como factor diferencial es que ofrecemos nuestra propia perspectiva sobre el negocio de nuestros clientes, buscando crear para ellos proyectos customizados con carácter personal”.
Sus raíces multiculturales no pasan desapercibidas, y tal vez se reflejan en sus caracteres y su modo de trabajar y transmitir. “Podemos decir que somos un híbrido entre Colombia, Bélgica y España. Nos hace tener un enfoque global desde el principio y no estar limitados a un país en concreto. En los proyectos en sí, sin embargo, no se representan nuestras raíces, ya que para nosotros es importante que cada espacio sea planificado según el tipo de modelo de negocio, consumidores y estilo de vida de nuestros clientes”.
Construir un nombre
El mayor y primer reto al que se enfrentaron fue el de conseguir clientes sin contar con un portfolio real. Transmitir la pasión y las ideas en esos momentos se vuelve fundamental. Qué contar, pero, sobre todo, cómo contarlo es la clave para que alguien decida confiar en un equipo. “Observar. Observar. Observar. La observación y la inspiración no son una imitación, sino un proceso creativo que mejora tu propio diseño”. Aprender a crecer y buscar nuevos retos que les quitaran el sueño —en el mejor sentido de la expresión—, fue todo lo que vino después. “Nos sentimos muy orgullosos del portfolio que hemos podido construir en tan poco tiempo, sin experiencia previa y en épocas durísimas en España. De cada trabajo hemos aprendido y todos nos han hecho evolucionar”.
Hubo un momento en que, por miedo a diluirse como agencia con infinidad de servicios, decidieron acotar su oferta a interiores y producto. De esta manera se centraron en lo que realmente les apasiona y, además, pudieron mejorar creativa y técnicamente.
Desarrollo creativo
Antes de empezar un encargo, Ana y Christophe ponen en marcha talleres de investigación y conocimiento. En ellos conocen más en detalle al cliente y lo que quiere: necesitan conocer su historia y saber por qué quiere emprender un negocio. “Es como ir al psicólogo del diseño y contar tu vida, aunque también nosotros aprendemos a entender el proyecto”. Una vez que han conocido la biografía del cliente y su empresa, viajan con él a través de blogs en busca de imágenes que conecten con el estilo de su comercio y su público objetivo. Después pasan por una fase de inspiración durante 3-4 días y, tras esta, llega todo el desarrollo.
Como la mayor parte de los profesionales del sector, en algunas ocasiones Masquespacio se encuentra con usuarios que no les permiten ser todo lo imaginativos que quisieran. Y aunque intentan estudiar si el cliente encaja con ellos antes de empezar, a veces tienen que reconducir la situación durante el proceso de creación. “Cuando estamos trabajando con un cliente durante los talleres previos, aprendemos a escucharlo para conocer a fondo sus necesidades, e intentamos dirigirlo en la parte estética con el fin de tener la propuesta lo más atada antes de empezar a diseñar. Una vez presentada, hay una fase en la que entramos en detalle, y podemos hacer correcciones por funcionalidad o incluso cambios de tonalidades en acabados según un esquema que encaja con el diseño”.
Evolución continua
Hace apenas unos meses se convirtieron en partner de Houtique, para quienes elaboran productos. Además, han creado su propia marca, Mas Creations, desde la que comercializan elementos que llevan su impronta personal. Y, por supuesto, las miras están abiertas a colaborar bajo encargo con cualquier firma que encaje con su visión. Tanto para sus objetos como para sus interiores, se busca provocar una sensación única. “Creo que se trata, sobre todo, de que el proyecto tenga un hilo conductor de principio a fin. Si se cuenta una historia a través del espacio, se percibe una sensación que solo puedes experimentar estando allí. Es algo que va mucho más allá de la apariencia en sí. Para nosotros es lo que distingue un buen diseño de uno malo”.
El discurso de este tándem con sede en Valencia funciona muy bien en el mundo del retail. Pero al contrario de lo que pudiera parecer, y según nos comentan, también es totalmente adaptable al ámbito residencial. El año pasado aceptaron un encargo muy interesante para una vivienda en Formentera. Una experiencia diferente que les ha hecho buscar el equilibrio entre lo que ellos ven que encaja y el gusto del cliente. “En estos casos es mucho menos aplicable nuestra visión. Si pudiéramos realizar una vivienda en la que nos dieran 100% carta blanca, tal vez sería mucho más ecléctica. Tendría materiales nobles mezclados con detalles decorativos hechos a medida y, desde luego, algunas piezas de mobiliario concebidas específicamente para el cliente. Además, seguro que tendría más de una fotografía de artistas emergentes…. ¡Y color, por supuesto!”.
Lo que está por venir
Acaban de presentar nuevos interiores para un sushi tropical muy explosivo en Valencia y, en breve, un nuevo Kento Shop y un proyecto muy llamativo en Ibiza. El año que viene finalizarán también dos nuevos hoteles para The Student Hotel en Madrid y Berlín. En los próximos meses presentarán propuestas muy sexy, luxury & fun para Houtique y, al final de año, su segunda pieza para Mas Creations. Lo que queda por venir es altamente prometedor. Para los mortales de a pie que disfrutamos con su estética osada y colorida, será, sin duda, un año plagado de citas interesantes.