Desde que el mundo es mundo, el hombre ha gustado de inmortalizar a otros humanos como Dios -sea el que sea- los trajo al cosmos. El fotógrafo belga Marc Lagrange no es una excepción, y en la serie Diamonds&Pearls retrata a bellas jóvenes aderezadas con transparentes prendas, accesorios capilares o pequeñas piezas de joyería, manteniendo así la fantasía erótica de los más sencillos fetichistas.
Dice el autor que las imágenes revelan la personalidad de las modelos gracias al aire cinematográfico y misterioso con el que ha dotado a los retratos. Quizás exagere, pero lo cierto es que esta serie muestra mucho más que los pechos y los muslos de la chicas. Con las posturas y los complementos de vestuario (destaca un tocado de jefazo de la Iglesia), el fotógrafo transmite algo más: no sé si la verdadera esencia de sus musas, pero al menos sí rasgos del posible temperamento de las mismas: fuerza, dolor, decepción, pudor, fetichismo…
Lagrange confiesa que la serie reúne la sensibilidad de Richard Hamilton y la romántica extrañeza de David Lynch. Ahí es nada. A caballo entre la pintura de Amo y el glamour quemado del Hollywood clásico, sus heroínas llaman a mirarlas a los ojos más que a sus peligrosas curvas. Increíble. La muestra puede ser visitada hasta 15 de julio en la galería Opiom de Cannes o ‘adquirida’ mediante el libro bautizado con el mismo nombre que la exposición y editado por teNeues.