Fotos: Steve King, Lance Gerber y Lou Mora
“ … Me gustaría hundir en la sombra lo que resulta demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo. No pretendo que haya que hacer lo mismo en todas las casas. Pero no estaría mal, creo yo, que quedase aunque sólo fuese una de ese tipo. Y para ver cuál puede ser el resultado, voy a apagar mi lámpara eléctrica…”
Recuerdos estas palabras con las que Tanizaki culmina su Elogio de la sombra mientras estoy pendiente del vídeo en que el artista Phillip K Smith III muestra Lucid Stead, su proyecto artístico basado en la luz. Forzando hasta donde puedo la conexión entre Tanizaki y K Smith III, me pregunto qué reflexiones habría suscitado el experimento de este artista norteamericano en el escritor japonés, y si en este trabajo de K Smith existirá algún tipo de referencia directa a las consideraciones de Tanizaki con respecto a la luz y a la sombra, tantas veces utilizadas en el mundo del arte .
El fin de semana del 12 de octubre en el Alto Desierto de California tuvo lugar la exhibición creada por Phillip K Smith III a caballo entre lo arquitectónico y lo performático. Este evento previsto en su origen de forma modesta y que esperaba recibir a un puñado de curiosos, fue experimentado por más de 400 personas que acudieron desde lugares tan lejanos como Canadá o Nueva York. Muchos medios de comunicación y redes sociales también registraron el transcurso del acontecimiento, convirtiendo al creador y su obra oficialmente en un “fenómeno”.
En medio de un páramo vacío, la existencia de la nada es interrumpida por una vieja casa de maderas desgastadas. Pero si te fijas bien, no se trata de una casa cualquiera, porque parte de la fachada se vuelve “invisible” y se convierte en exterior mismo. ¿Cómo es esto?, se pregunta uno sin comprenderlo del todo a la primera. Claro, son espejos los que componen la fachada intervenida de la construcción. “Durante el día la armadura de la pieza refleja y refracta el terreno circundante como un espejismo o una alucinación”. Por la noche, la casa continúa ofreciendo su espectáculo a partir de una iluminación LED programada a medida, y ofreciendo un contraste exótico en una abrupta contraposición con el paisaje californiano. “Una experiencia delirante, casi espiritual” se dice de Lucid Stead y de la vista envolvente que va modificando de tono a medida que pasa el tiempo. “Cuando el sol se mete detrás de las montañas, cambiando lentamente, campos de color geométricos emergen hasta que se ciernen en la oscuridad desolada”.
El artista, licenciado en Bellas Artes y Arquitectura por la Universidad de Rhode Island, añade que “Lucid Stead intenta aprovechar la tranquilidad y el ritmo de cambio del desierto”. A través de la información que podemos extraer de internet, averiguamos que para intervenir esta vieja vivienda en un terreno de de su propiedad, Smith III se inspira en la lógica reduccionista del minimalismo y la sensación óptica de movimiento, luz y espacio. Su pericia en el manejo de las nuevas tecnologías le han permitido desarrollar una trayectoria artística compuesta por obras monumentales y esculturas de luz. En el caso de Lucid Stead, lo mejor es comprobarlo con nuestros propios ojos, aunque sea a través de la red.
Otros proyectos de Philip K. Smith III
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