Por Alejandra Varón
Rutger de Regt es un joven diseñador de interiores y mobiliario graduado en la Royal Academy of Fine Arts The Hague, que nos ha cegado con su serie Happy Misfits, presentada en el Ventura Lambrate de este año. Su concepto de creación mediante la manipulación directa de un molde, da lugar a piezas sublimes que sorprenden por el mecanismo elocuente de su composición. Estas creaciones cautivadoras provienen de un razonado rompimiento de los límites de la estructura formal y nos invitan a sentir, tocar y experimentar.
Para Rutger, la inspiración surge de las formas que el material puede ir adoptando con la experimentación del propio lenguaje artístico. Happy Misfits, que suena más bien a una especie de dibujo animado, es una serie de asientos fabricados en plástico reciclable que se van esculpiendo a partir de un molde flexible, mediante la presión de una serie de correas. Éstas ayudan a moldear una estructura que, en contacto con el vapor de agua del que también se vale el diseñador, se va densificando hasta llegar a su punto de solidificación.
Estos asientos derivan de un único molde industrial, recuperado en un proceso de reciclaje, que permite que cada uno, a pesar de provenir de un mismo patrón, tenga finalmente una forma diferente y, por tanto, sea una pieza única.
Si a esta nota queremos sumarle más diseño de autor con el mismo linaje aunque con otras estrategias, tendríamos que hablar del Nacho Carbonell y Maarten Bass, que también cuestionan los límites de la creación y de los materiales. Si bien estos artistas no se cuestionan la naturaleza de los objetos, (una silla es una silla), sí consideran que siempre se le podrá sacar algo más, porque para ellos, como para Rutger de Regt, “el diseño sirve para algo más que para ser útil».
[youtube clip_id=»BcdKKqjxYlc» width=»620″ height=»»]Enlace: Rutger de Regt