La Casa do Conto es un hotel-boutique del centro de Oporto que nace de una fatal casualidad. En 2009, un incendio arrasó con la rehabilitación meticulosa que el estudio de arquitectura Pedra Líquida estaba realizando. De la construcción decimonónica permaneció la fachada señorial con sus azulejos, su porte vertical y sus balcones. En su interior, todo quedaba por hacer para recuperar su relación con el pasado y abrir el hotel a un concepto más moderno y original.
Como el vínculo patrimonial se había interrumpido por el fuego, el estudio de Nuno y Alexandra Grande buscó establecer una conexión cultural con la ciudad a través de las letras. Así que en el nuevo proyecto intervinieron seis escritores: Felipa Leal, Álvaro Domingues, Jorge Figueira, André Tavares, Nuno Grande, Pedro Bandeira, y cada uno de ellos creó un cuento que se distribuyó espacialmente por los techos y las paredes de las habitaciones y suites. Los cuentos no sirvieron solo de inspiración. Se han convertido también en un elemento gráfico y arquitectónico que ambienta y distingue la Casa do Conto de la oferta hotelera de la capital.
Las paredes se muestran como el palimpsesto de la historia del edificio, es decir, como un manuscrito arquitectónico sobre el que se han trazado las huellas de su escritura anterior. Por ejemplo, el granito de la fachada es el elemento original de un proyecto en el que predomina ahora el hormigón. Un material, el hormigón, que se usa con el propósito de “reinventar las antiguas texturas, devolviendo a la casa toda la carga dramática que la caracterizaba.”
Donde estaba la escalera de madera, un foso de circulación de proporciones geométricas recibe la luz natural desde un enorme lucernario abierto en el techo. El hormigón imprime un mismo tono grisáceo que varía según las tramas logradas en las paredes de las partes comunes o de las habitaciones, componiendo una paleta táctil y visual a merced de la iluminación natural.
De la fatalidad de un incendio, surgió la nueva piel de la Casa do Conto. Una piel marcada con rasgos del pasado, pero definitivamente arraigada a la modernidad y a la cultura. De hecho, hoy día es un centro de referencia en la ciudad portuguesa de los puentes, pues organiza durante todo el año exposiciones, lecturas y otras actividades.
Fotos: Fernando Guerra
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