Pensar en Escandinavia en materia de diseño es evocar imágenes de sencillez y funcionalidad que respiran sosiego. Una región en la que la arquitectura moderna ha encontrado también un lugar para expresarse tanto en proyectos públicos como en conjuntos residenciales, algunos tan imaginativos como los que crea BIG, el estudio dirigido por Bjarke Ingels.
Desde 2006, este arquitecto de menos de cuarenta años regenta su propia empresa tras romper su asociación con Julien De Smedt con el que fundó PLOT en 2001. En aquellos años se crearon los edificios VM en Orestad (REM 46) a las afueras de Copenhague. Su estructura en forma de V y de M permitía aprovechar las vistas al campo abierto y al canal. Eso sin contar con que cada apartamento era como una pieza de tetris que tenía que encajar con los demás. Luego siguió la VM Mountain que resolvía en vertical la construcción unifamiliar con terraza propia y zona ajardinada.
Finalmente en la misma área, BIG acaba de terminar su tercera obra, llamada 8 House por su forma a medio camino entre el signo matemático del infinito y el dibujo de una pajarita: un complejo residencial que, como los citados proyectos, ofrece también un nuevo modelo de convivencia.
8 House representa la mayor promoción privada en Dinamarca. Un total de 61.000 m2 destinados a constituir un barrio con viviendas, oficinas y tiendas. Hasta aquí no parece diferir de las colmenas de la periferia de Madrid. Sin embargo, la imaginación de Bjarke Ingels ha ido más allá. La 8 House está diseñada de tal forma que se puede acceder desde la calle hasta las terrazas de los áticos en bici y recorrer con el mismo medio casi todas las plantas. Se crea una línea continua entre la vida comercial de los bajos, las áreas profesionales y los apartamentos de los demás pisos. Así los pasillos de acceso son también calles, lugares públicos de paso e intercambio.
La vida de un pueblo se ve reproducida en este inmenso inmueble. Aquí se proporcionan distintos tipos de hogares para las personas en todas las etapas de su vida: desde pequeños estudios hasta grandes espacios unifamiliares. En la cruz central se destinan 500 m2 a instalaciones comunitarias a disposición de todos los residentes. Según Ingels, “8 house es más un barrio tridimensional que un objeto arquitectónico. Una hilera de 150 viviendas adosadas que se estira y que va formando un camino desde la planta baja hasta arriba y vuelta a descender”. En los tejados además hay 1.700 m2 de zonas verdes para reducir el impacto del calor urbano en el ambiente, y servir de mirador sobre los cercanos parques naturales.
8 House es una propuesta llena de imaginación pero aplicada a la vida más cotidiana. Un ejemplo de la tercera vía arquitectónica que defiende BIG, entre las construcciones visionarias y las más realistas. De hecho, así lo recoge el propio Ingels en Yes is more, un manifiesto con formato de cómic en el que aboga por “una arquitectura pragmática y utópica que crea lugares perfectos a nivel social, económico y medio ambiental, como un objetivo práctico. En BIG nos dedicamos a investigar las coincidencias entre lo radical y la realidad”. Es decir, edificios imaginativos y a la vez atentos a las necesidades diarias de la gente.