Club Barcelona o cómo Masquespacio ha reinventado el concepto de movilidad para Lynk & Co

Ante el deseo de ser diferente a lo que se espera, lo más idóneo es ser capaz de serlo todo al mismo tiempo. Algo así es lo que ocurre en Club Barcelona, la primera sede de la firma automovilística Lynk & Co en la ciudad condal. Proyectado por Masquespacio, este espacio de usos múltiples lleno de utopías coloristas nos vaticina la filosofía corporativa del futuro: huir a toda costa de ser convencional.